Retrospectiva 1996-2016
CENTRO DE ARTES VISUALES
MÉRIDA YUCATÁN
hasta el 30 de Enero 2017
Calle 60 # 411 entre 45 y 47 Centro
Frente al Parque Santa Ana
Martes a Viernes de 9:00 am a 8.00 pm
Sábado de 9:00 am a 2:00 pm
Caminos entretejidos
El cuerpo es la extensión del alma hasta las
extremidades del mundo y hasta los confines del sí,
el uno en el otro intrincados e indistintamente distintos, extensión
tensa hasta romperse.
Jean -
Luc Nancy
Como si las propias letras
se transformaran a sí mismas en nervadura, filamentos de una hoja brotan de las
palabras de un libro de botánica. El trabajo de Lilián Rivera va apareciendo,
fino, paciente, hasta alcanzar silencioso una plegaria milenaria.
El retorno siempre es
una opción y una vía abierta para ir al origen.
El tallo empieza a
crecer. Nada. Agua. Vacío. Papel. Pigmento. Tela. Hilo. Textura. Una historia. Una
vida entera haciendo transferencias.
Transferir significa
pasar a otro lugar. Hacer que algo que no existe, aparezca. Freud lo definió
como el desplazamiento de representaciones y afectos de un lugar a otro.
El artista siempre
transfiere, desde la omnipotencia, dota de espacio y realidad a algo que
originalmente no estaba ahí.
Nunca se sabe de
dónde viene lo que se transfiere. Los deseos y las contradicciones se tornan en
materia.
En la obra de LiÁN Li
se recrean en el espacio las formas de la imaginación y de la naturaleza,
universos distantes y cercanos. Hay un cantar constante; como de quien repite
las estrofas de un coro, marcando el ritmo, los tonos, los acentos.
Canta, borda. Con
hilo, con tinta, con material inorgánico que alguna vez tuvo vida.
Aparecen los puentes entre el mundo exterior y el yo
interior. Son espacios intermedios, zonas privilegiadas en donde las realidades
internas y externas se encuentran.
Números, símbolos,
puntadas, van llenando el papel y la tela y la vida de LiÁN Li. Podemos
rastrear de dónde vienen las formas y de dónde las palabras, el acto de pedir y
el de agradecer comparten un espacio al mismo tiempo, en distintos lugares.
Siempre hay un abismo
entre la realidad y los límites de la razón. Si se tiene paciencia, la
recompensa es eterna.
Genoveva De La Peña
Mérida, Yucatán
2016
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