LiÁN Li Mérida: Geografías íntimas 2002

LILIÁN RIVERA. GEOGRAFÍAS ÍNTIMAS

Irene Herner

El otro día que Lilián Rivera (LiÁN) me invitó a ver su carpeta –una caja elegante, negra con una sola línea ondulante como adorno- con el título de Geografías Íntimas, realizada en 2002, no imaginaba que las 7 impresiones digitales y los 7 dibujos originales que la conforman expresan, efectivamente, una fantasía geográfica en la que se asoma la silueta ineludible de la figura humana. Una inspiración influida por el artista argentino Guillermo Kuilka.

En las tintas y en las hojas digitalizadas me encontré con misteriosos trazos del cuerpo de una joven mujer, que evocan el sfumato de da Vinci , y el sabor enigmático de las figuras azarosas del Rochard. Sugerencias de un torso o de una suave línea de cadera, entre las marcas territoriales de las fotocopias de unos mapas con sus códigos postales, tomados directamente de las guías de viaje que ubican los caminos que hace tres años la artista recorrió en Budapest, Viena y Munich.

El hilo conductor de las señales geográficas, enfatiza el nombre de Nymphenburg, que desata la casualidad. Y sobre la imagen de la capital de Hungría, en la “Zitadelle”, asombra la sombra de un sexo que se hace agresivamente presente sobre esta urbe dividida por el río en dos ciudades: Buda y Pest. Especialmente noté –acaso por mi propio origen geográfico- el Danubio Azul como recipiente (cuya agua es en la vida real tan sepia como las pinceladas de tinta china diluida con agua, que la artista logra como resultado de un arduo trabajo por conquistar la aguada Japonesa Sumi-e).

La silueta cambiante, parcial y sintética del cuerpo femenino se asume y se recrea en cada página marcada. Lilián es ocupada por la tierra concreta que el mapa le señala, sobre la que aparecen, como una visión, formas del placer sensorial que fue para ella, recorrer esos territorios cargados del arte de milenios.

La formación de grabadora ( La Esmeralda 1991-1996) que tiene Lilián, la incita a transformarlo todo en líneas, y a la vez, como acuarelista- alumna del maestro Guatti Rojo-, sabe diluir la forma. Pero este trabajo es, sobre todo, un ensayo pictórico a partir de la decisión de la artista de llevar a cabo un proceso de refinamiento de la sensibilidad, dentro del criterio que propone el sumi-e.

“…En el sumi-e “como en el Zen al que está vinculado- “unas pocas líneas negras, dibujadas sobre un simple papel blanco, puede resolver el más complejo de los modelos.”

Se nota en esta serie, el dominio de una técnica, lo que implica asumir un ideal para producir un estilo en el proceso de “amar la regla que limita la emoción”, como lo dijo y lo realizó el pintor Georges Braque. Sin negar la emoción, el enigmático universo del inconsciente, con el que Freud, en Viena, inventó el psicoanálisis.

Aunque estas hojas incluyan trazos de una presencia corpórea femenina, – que se echó a andar después de la lectura del “Cantar de los Cantares” -; en realidad, se trata de paisajes anímicos, meditaciones. Caminos recorridos, que se reubican divisándolos desde la distancia del sueño, en que la naturaleza misma se convierte en mapa, en unas cuantas líneas y nombres.

Cada mapa escenifica una acción artística. El sujeto, que es la artista, marca ahí con sus trazos sintéticos y rítmicos, su presencia sutil. Se trata de formas realizadas con un pincel especial dentro del cual va incluyendo en una sola serie de movimientos de la mano, el agua y los colores, para proceder a realizar un solo trazo cada vez “capaz de representar el alma de las cosas”. El arrastre del pincel, sobre papel de algodón, jala más tinta en unas partes y menos en otras, por eso se ve más aguado o más fuerte. El efecto es transparente como acuarela, a la vez que sobrio como la tinta china, negra y sepia que llega al dorado. El papel sobre el que imprimió las imágenes es de algodón, hecho a mano, por lo que no ha perdido la calidez de su origen vegetal.

Me parece que la forma y el contenido de esta carpeta presenta un trabajo sensual y fino. Y lo mejor de todo, sutil.

Tepoztlán, Julio 13, 05.